Lo que me llevo del mundial


Un día más que transcurre con esta doble sensación de victoria y desgracia al mismo tiempo en el Mundial de Fútbol Sudáfrica 2010. España se coló a la final como todo un campeón después de doblegar a una Alemania majestuosa que no supo cómo pelear sin perder lo ortodoxo. Mirar las escenas de alegría de cada español que estalló de júbilo al elevarse Pujol y de un cabezazo, terminar con las ilusiones de 11 atletas que se partieron el alma y millones de personas que apoyaron junto con ellos un mismo sueño de elevar la copa.  Han pasado ya muchos días desde que esa sensación de desgracia fue propia y luego de sufrir la cruda de la derrota mexicana la perspectiva cambia sobre  lo arrojado en este mundial y me vienen a la cabeza muchas victorias en una sola competencia. mascota mundial sudafrica 2010

Y digo victorias, pues el mundo se decidió a mirar a África al mismo tiempo, a aprender de ellos, a escucharlos, a admirarlos y a temerlos en algunos casos por su extraordinaria y atípica valentía.Pero áfrica deja claro ser más que un país organizador como Sudáfrica, lleno de cultura, de vida, de diversidad. Voltear a áfrica es voltear a vernos de lejos, a recordar nuestro origen y a comprometernos con el presente.

Más de 50 millones de habitantes son portadores del VIH en África, es el continente con mayores atrasos en políticas públicas y respeto por los derechos humanos. Es y ha sido el patio trasero de muchas potencias comerciales que los han tomado como esclavos aún en el Siglo XXI, eso si, de las maneras más modernas y políticamente correctas, y aún después de todas las limitaciones que vimos millones y millones de personas por televisión, no limitó nunca  a los africanos, ellos no dejaron nunca de sonreír, de disfrutar al máximo la visita de todas las naciones, de saberse existentes para alguien más que sus vecinos, mirar la sonrisa de cada niño africano tiene una energía especial que yo nunca había visto en ningún país subdesarrollado de latino américa y no porque no seamos felices, sino porque sin querer, los africanos nos recordaron sin proponerse que si vives sumido en la desigualdad no por ello debes hacerle un altar de tristeza y de llanto que te hunda y te humille.  Para mi disfrutar un mes completo a África me llenó de ganas de vivir y aprovechar al máximo lo que hoy tenemos y al mismo tiempo comprometerme a construir lo que anhelamos todos los días sin olvidarnos de sonreír con humildad.

Se acerca la final y soy de los pocos que espera ver  a Holanda enterrar los sueños de esa  furia roja… en fin hasta brasil 14.

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