Germán Dehesa falleció hoy dejando atrás innumerables historias citadinas y una magnífica ola de letras que consumieron la ansiedad de muchos lectores y resanaron sonrisas mañaneras, pero  hoy retumbó en mi cabeza su cierre en cada columna…Hoy toca.

De inicio me vino una gran tristeza por no poder leerle más, pero al regresar a leer algunas de sus columnas me dije » este veracruzano debe estar pitorreandose de muchos ahora que murió». Y es que quien alcanzó a leerle alguna vez no me dejará mentir, Germán se volvió el mejor crítico de su arte y la primera risa en ponerle color a la desgracia que todos los días ronda por este país. Nadie sabrá que hubiera dicho en su nota de despedida pero esto me imaginé yo en su lugar.

» Mis queridos lectores masoquistas, cómo podría yo irme de esta vida que tanto amé sin una despedida de altura, mi padre me pasaría la cuenta ahora que lo alcanzo y me regresaría de una patada a terminar lo que  es interminable.  Como todo en la vida hay que verle «el lado amable» y es que hasta ahora que me fui me doy cuenta de todo lo que me ahorre, pues los médicos que me trataban ya empezaban  a  sacar sus mejores apuestas para ver cuánto aguantaba yo antes de cortarles los depósitos en sus tarjetas, ya no tendré que hacer corajes cada mes que la CFE decida pasar a tomar…lectura y aumentarle números a mi recibo de luz, como si se tratase de su nuevo hobbie, eso sí,  de clase mundial. Me ahorraré mucha tinta  en mi Gaceta indicando cada vez que nuestro gobierno de juguete  haga una de las suyas, tristemente – me quedaré con las ganas de ver si «La Barbie» tenía la parejita que le impusieron por redes sociales y que según cuentan  resultaba ser un tal «Ken» brazo derecho del cartel de Juárez . Me voy feliz por no mirar el final de la telenovela PRI- PAN-PRD y su toqueteo del IVA. Me voy contento pues pude enviar  a los amigos distribuidores de las «Hummer»  una nota pidiéndoles que como una cortesía especial, equiparan mucho más los regalos de la Maestra Elba Esther, que últimamente había quedado corta con sus «detalles» y la gente ya empezaba a hablar a sus espaldas. Me perderé otro spot con Calderón en donde salga muy contento de haber triplicado el número de usuarios del Seguro Popular y al mismo tiempo de haber llenado los cementerios de aquellos que no alcanzaron la prestación este año en todo el país. Ni hablar -si no ayudas no estorbes dicen por ahí- me perderé el jalón de pelos anual entre calderón y el peje por ver quien presume más el tan sonado bicentenario en el Zócalo.  Lo único que si voy a extrañar es ver nuevamente campeones a mis PUMAS. »

Desmadroso, culto, asequible,humano, callejero, veracruzano de sangre y tacubo de nacimiento,compañero citadino sin edad en sus letras;  quizá  la pluma más sencilla y brillante que teníamos.

Es Germán Dehesa ejemplo de vida y de risas, de ácida crítica y lúcida auto crítica, convencido hasta el final de que este país puede y merece ser mejor de lo que hoy es.  Porque aún después de todo…Hoy toca.

2 de septiembre de 2010

18:30 hrs