Como cada año celebro a la muerte por su esencia creadora más que por su devastadora finalización. Este año no es la excepción y he tenido muchas muertes en el camino. Muertes de sensaciones que debía dejar pasar y muertes que me buscaron de frente para que las enfrentara y las superara. Matar tus vicios no es fácil, matar tus caprichos son aún más difíciles, matar sentimientos que te tranquilizan y te acompañan pero no te dejan crecer. Celebro la muerte de muchos miedos, la muerte de dolores que me asfixiaron en algún momento y pude superar, la muerte tiene una manera muy cruda de hacernos crecer y seguir, de hacer espacio, de inspirar o devastar a alguien, de invocar las peores maldiciones y de traer esperanza para otras personas con esa partida, es esa muerte la que hoy se puede celebrar porque con su partida siempre se abren nuevas puertas.
mata tu ego y vuelve a respirar sencillez.
mata tus frustraciones y acciona lo mejor de tu energía.
Si te atrapan, te nublan y te lastiman …sólo mátalas
El vivir y morir forma parte de la vida misma y por esa misma razón en ocasiones decidimos complicarla porque no nos abituamos a vivir así y crecer constantemente.
Hay que aprender a celebrar la muerte constante en la que vivimos para ser mejores SERES. Celebrandola aprendemos a VIVIR realmente y eso tiene que ver con la libertad que la vida misma nos da para experimentar cada una de las sensaciones, lugares, acciones, sentimientos, personas, a nosotros mismos, etc., que intervienen en la vida para morir y nacer continuamente.
Con cada muerte hay un renacimiento lleno de luz que nosotros mismos decidimos aceptar o negar.
En que lado te encuentras?
Besos
Vero