Es una escena común, sentados en la mesa comiendo y mientras lo hacemos, rondando con ojos a medio morir, tu perro favorito pidiendo una «limosnita para este pobre perro que sufre
de hambre» jaja me imagine así su diálogo cual pepenador callejero. Total que una vez que han terminado de comer alguien toma sus huesos de pollo y está apunto de dárselos al perro y como en cámara lenta, el más astuto navegante de internet y amante de las prácticas más estrictas de los veterinarios se lanza a evitar que le des semejante pieza peligrosa.

Noooo, grita, ¡no le des huesos podría matarlo!. Tu cara de inmediato se transforma en una mueca rara diciendo ¿WTF? si es lo que más les gusta.
Si no eres un experto pero te das una vuelta a sitios como http://www.tuperro.com.mx te darás cuenta de donde viene tanta paranoia. Resulta que se han encontrado casos en los que los huesos triturados de pollo han llegado a perforar el intestino de algunos perros por lo delgados y fáciles que son para morder y triturar, relatan que se hacen pequeñas puntas filosas, peligrosas para los perros. De ahí que te vendan mejor huesos de carnaza.
Si bien no quisiera echarme a todos los veterinarios intensos encima,me permití la siguiente reflexión.
- Les compro que una dieta llena de huesos de pollo y con la común velocidad con la que comen los perros, pueda llegar en algún punto a lastimar sus intestinos, si es en exceso.
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mundoperritos.com Les compro la idea de tener ciertos cuidados con ellos para prevenir enfermedades.
- Les compro la idea de que una carnaza es más segura para el perro y mejor para pagar la tarjeta del veterinario.
- Pero con un demonio donde quedó la diversión y gusto del perro!!!
- La carne de puerco puede contener cisticercos peligrosos.
- El cilántro puede contener heces al no lavarse adecuadamente.
- Los puestos callejeros están expuestos a smog, basura, heces y orina que al secarse vuelan con el viento y se impregnan en la comida.
- eladiestramiento.com