San Juan Chamula enigmático

Cuando viajas y conoces los rincones más escondidos de tu país te maravillas con la alegría con la que viven a pesar de la dificultad en la que puedan encontrarse. La visita a San Juan Chamula fue algo más, una sorpresa en todos los sentidos aquí la crónica…

Poco a poco vamos entrando al municipio de San Juan Chamula, puede leerse un letrero frente a nosotros que indica 5005 habitantes, me quedo pensando » hubiera jurado que era más pequeño». Mientras nuestro auto avanza vemos puestos de ropa y artesanías de la gente que vive en San Juan Chamula. Vemos una iglesia al fondo y justo a un costado nuestro taxi se detiene y don humberto nos indica que esa es la iglesia principal y que es importante que la conozcamos. Aún no termina de decirme que se cobra la entrada y ya estaba comprando los boletos y venia de regreso. Al subir de nuevo al auto nos dice que debemos entregar lo boletos y que está prohibidísimo tomar fotos dentro del recinto. Me quedo pensando «¿pues qué vamos a ver?». Decidimos bajar y ver que hay de bueno en el, de inmediato nos alcanza un vendedor de artesanías que de manera muy profesional y segura nos da los detalles de construcción de la iglesia y nos advierte que la entrada ha tenido que cambiar debido a remodelaciones que están siendo realizadas por las celebraciones próximas. Antes de indicarnos la nueva entrada nos vende unos collares no sin antes advertirnos que está prohibido tomar fotos dentro. Le agradecemos y caminamos hacia la entrada donde antes del patio principal nos espera un chico para cortarnos el boleto de acceso, el pasillo para ingresar a la entrada se vuelve un concierto de chiflidos ofrecido por los trabajadores que están en los techos al ver las piernas de mi compañera de viaje que muy a su estilo se chivea. Aplican el sh sh, fiu fui, hey hey. Yo sólo sonrio y le pido una vuelta pero ella se niega. Seguimos adelante y no vemos entrada alguna; por equivocación subimos y vemos unos señores vestidos de abrigos de borrega negros y sombrero que después nos enteramos eran los mayordomos o cuidadores del recinto, son 5 hombres y se ven grandes de unos 60, al acercarnos nos miran con sorpresa y esperan a que digamos algo antes de regresarnos por dónde venimos, haciéndonos saber muy a su estilo que ahí no podemos pasar. Bajamos un piso y al fondo en la esquina hay una entrada oscura y al acercarnos vemos a dos santos gigantes con una cantidad impresionante de veladoras prendidas frente a ellos. La sensación es lúgubre con algo de misticismo. Un nativo al pasar atrás de nosotros nos vuelve a advertir que no podremos tomar fotos a la entrada. Le indico en un gesto que estoy harto de que me lo digan y que ya entendí.

Por fin entramos a la iglesia y vemos a varios indígenas realizando sus plegarías antes cerca de 20 santos que están ubicados alrededor de las paredes. la constante son las veladoras y lo curioso en los Santos es que llevan un espejo mediano colgando en el pecho( se dice que a falta de padres se usan como autoconfesión). De inmediato pregunto a un lugareño por el significado y me dice tajante que no sabe. Poco a poco presto atención a mi entorno y veo cada vez más personas en el suelo rezando a los santos, cada una de las indígenas instala frente al santo y pegadas con cera entre 10 y 15 velas. No entiendo lo que dicen pues hablan en Tzetzal. Giro la vista y detrás de mi veo a una especie de chamana hincada con una gallina frotándola por los costados de una niña de escasos 4 años que parece que no entiende lo que pasa. Acto seguido la vieja chamana le acerca un vaso con un líquido especial a la madre que con su mirada expresa toda su preocupación. Con una mano la vieja chamana sostiene del cuello a la gallina y lentamente empieza a soltarla como si hubiera transmitido la enfermedad que cubría a la niña. Sin exagerar la gallina empieza a morir lentamente estirando de manera intermitente las patas. El piso lleno de cera, velas y restos de plantas que han usado para sus purificaciones chamánicas son el marco de estas oraciones. Por un momento cierro los ojos y sólo escucho los murmullos que provocan eco en la parte de la iglesia. Sin abrir los ojos siento una energía profundamente dolorosa que envuelve todo mi pecho y sube a mi cabeza, es una sensación sumamente extraña, es como si aún sin entender lo que dicen o escuchar claramente pudiera sentir su dolor, historias de abusos, fe ciega y esperanza a pesar de toda la cruz que cargan, humildad y mucha bondad a pesar de todo su sufrimiento.
Abro los ojos y las luces de las velas se vuelven ahora un recuerdo de ese dolor que sentí y le pido a mi compañera que salgamos lo antes posible. Un nudo en la garganta no me deja respirar bien y los ojos se me llenan de lágrimas. Pero de qué? yo estoy bien feliz por mi viaje inspirado por cosas nuevas y aún así no puedo dejar de sentir mis ojos llenos de lágrimas sinceras de un dolor ajeno que me fue compartido por un momento de apertura. Respiro profundo y agobiado con esta sensación nueva y nunca antes sentida y mientras recupero la tranquilidad se acerca una niña indígena hermosa a regresarme a la realidad y claro venderme unos cinturones tejidos por ella.

Así es México, el misterio a veces mágico a veces cruel. Al fin único.

9 comentarios en “San Juan Chamula enigmático

  1. Hola
    Tuve la oportunidad de ir en Semana Santa a este templo y es correcto lo que narras porque incluso se siente como sube la adrenalina y el misticismo que hay es increíble » único «visitenlo
    Saludos!

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